¿Y tú qué haces?

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Si esperas un resultado diferente, tienes que hacer algo diferente

A diario hacemos cosas cotidianas que no cambian nuestro mundo, generalmente me levanto, me ducho, me visto y salgo corriendo al trabajo. Así de trascendentales son mis mañanas, como las de tanta gente que se sentirá reflejada, pero: Las cosas que hacemos a diario, ¿qué resultado tienen en nuestro día a día?

Casi todos tenemos una rutina diaria que llevamos a cabo como autómatas, pero si le prestas atención a los pequeños detalles verás que ese día que parecía igual que todos, no lo es tanto. Como le suelo decir a la gente que se queja de sus vidas: si quieres un resultado diferente, haz algo diferente.

Hace unos días cambié mi ruta para ir al trabajo; algo que al principio me pareció insignificante, terminó siendo cautivador y una nueva experiencia en mi camino diario ya que desde más de un año recorro la misma calle para llegar a la oficina. Durante ese camino me di cuenta que haciendo eso más a menudo puedo experimentar y entrar en un mundo lleno de nuevas posibilidades, pero no sólo con mi ruta al trabajo, sino en mi vida en general, podemos probar y sembrar pequeños cambios en nuestras actividades y actitudes del día a día.

La idea es comenzar con cambios que aunque te parezcan pequeños, te hagan salir de esa especie de rutina o zona de confort que tanto miedo nos da abandonar.

Cambio de hábitos

Cambiar un hábito no es fácil, requiere de práctica, por eso te propongo que comiences con hábitos pequeños y observes, presta atención a lo que pasa. Por ejemplo, yo hoy he elegido ser un observador de mi entorno, observar y callar; con eso no quiero decir que sea mejor o peor nuestro día, sólo que el comenzar con pequeños cambios de hábitos en nuestras vidas hará que poco a poco tengamos más y más curiosidad por experimentar cosas nuevas y entrar en un nuevo mundo lleno de posibilidades y elegir por propia convicción qué es lo que realmente queremos.

¿Y tú qué haces hoy?