Cambiar
Estamos en una época de cambios, o eso se dice. El cambio climático, la globalización, las redes sociales que han llegado para revolucionar la manera en la que nos comunicamos e interactuamos los unos con los otros… Ahora ya da igual el punto cardinal en que nos encontremos, en segundos puedes estar viendo imágenes reales, en vivo y directo de lo que pasa en alguna región de África o Asia y todo desde el sofá de tu casa o en tu mesa de trabajo, todo gracias a la gente que ha hecho posible esto, a gente que ha cambiado nuestro mundo.
Hay algo que me llama mucho la atención y es ver el cambio de mentalidad que está experimentando la sociedad, el ser humano. Físicamente ya no nos parecemos a nuestros padres, y ni qué decir de los queridos abuelos; hemos crecido en altura, comemos más sano, y vivimos de media mas años que ellos, gracias por supuesto a los avances médicos. Por eso, si hay algo incuestionable, es la calidad de vida de la que disfruta esta generación de Internet, smartphone, tablets y otras tecnologías.
Pero, ¿estamos cambiando interiormente? ¿Estamos cambiando por dentro como lo hacemos por fuera? ¿O es sólo un cambio externo? Tengo la suerte de conocer mucha gente nueva casi a diario, ya que me muevo por muchos sitios, seminarios, conferencias, también entre familia, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de clases y clientes, y según mi experiencia puedo decir que sí, que aunque estemos en una era llena de tecnología mucha gente se está cuestionando cosas que antes dábamos por sentadas: nos cuidamos por fuera pero yo diría que aún más por dentro.
Buscamos más ayuda cuando tenemos un problema, y no lo internalizamos tanto; ya no nos da vergüenza llorar en público. Creo que la sociedad ha cambiado y con ella las personas, cada día veo cómo gente busca un coach, un guía o cualquier ayuda que le haga crecer interiormente, sentirse mejor… y hasta me atrevo a decir que nos complace ayudar a los demás por el simple hecho de que nos hace sentir mejor, nos sentimos identificados con la gente ante tantas cosas que están pasando en nuestro entorno y cada vez nos volcamos en ayudar más a los demás.
Si quieres un cambio, que el cambio comience por ti mismo.
No podemos hacer que alguien cambie si no lo has hecho tú antes. Con esto tampoco quiero decir que tengamos que cambiar de vida drásticamente, pero todos podemos poner nuestro granito de arena desde donde estemos para cambiar nosotros y a las personas que están a nuestro alrededor.
¿Cómo? Simplemente siendo mejores cada día, puedes comenzar con una simple sonrisa, puedes alegrar el día a alguien por medio de esa sonrisa, que además de ser gratis, ¡se contagia! Prueba a hacerlo, seguramente a quien se la dediques te la devolverá por dentro o por fuera. Por ello, todos podemos comenzar con nuestro cambio interior. He citado el ejemplo de la sonrisa pero hay miles de cosas que puedes hacer desde donde estés, como un «gracias» en el momento oportuno.
Eso me hace recordar el caso de una funcionaria de hacienda llamada Milagros que me ha atendido más de una vez, lo primero que hace al recibirte es regalarte una sonrisa, así da gusto, el mundo necesita más gente como Milagros que en medio de la vorágine del día, es capaz de regalarte una sonrisa, y ella sentada en su escritorio cambia el día de todos los que atiende. Por eso te digo que no importa dónde estés o qué hagas, tú puedes cambiar tu mundo y el mundo de la gente que tienes a tu alrededor.
Gandhi: «Sé el cambio que quieres ver en el mundo»
Alfonso Suárez – (@CoachAlfon)
Executive & Personal Coach
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